sábado, 16 de abril de 2022

Las aventuras de Hans Peter Peterson

A José Luis Mulet, in memoriam

Hans Peter Peterson era el capitán de la goleta danesa nombrada Venrkab. El 2 de septiembre del año 1807 llega a Carril, procedente de Rusia, con cargamento de lino. Era el del lino un  comercio habitual en nuestro puerto en aquellos años. Sin embargo, las circunstancias del momento eran especiales. Las guerras napoleónicas lo condicionaban todo en toda Europa.

Dinamarca era aliado de Francia frente a Gran Bretaña. Los ingleses, sin embargo, eran dueños absolutos del mar. El regreso a su país suponía el peligro de ser apresado por los corsarios ingleses. Hans Peter decide quedar en nuestro puerto, al fin y al cabo España también era aliada de Francia, y aquí permanece a la espera durante un año.

Con la invasión de España por las tropas francesas, las cosas cambian. La Corona española pasa a ser enemiga de Francia y sus aliados, y amiga de la Gran Bretaña. La goleta Venrkab, ahora enemiga, el 29 de octubre de 1808, es embargada por la Ayudantía de Marina y le retienen la documentación para la navegación. 

El 27 de febrero de 1809 el capitán de la goleta danesa envía al cocinero del barco a la plaza de Vilagarcía para comprar provisiones. En la villa inmediata lo detiene Luis Ballesteros. Varios individuos se dirigen después hacia la goleta danesa fondeada en Carril. Detienen al capitán y, con el cocinero, lo envían a prisión, no sin antes golpearlos y maltratarlos.

A la una de la tarde, el capitán pide a los guardianes de la cárcel que le dejen ir a comer a su barco. Hasta allí se dirige y encuentra el navío robado y saqueado. De nuevo es enviado a prisión, esta vez acompañado de la tripulación de la goleta. El capitán avisa al vicecónsul danés en Carril, Pedro Díaz Vilabrille, para que interceda en su favor. Sin embargo, este "nada le contestó, ni practicó la menor diligencia". 

El día 3 de marzo las tropas francesas entran en Carril y Vilagarcía provocando la huida de los locales y que la cárcel quede sin guardia alguna. Los presos aprovechan la ocasión para romper "los hierros y prisiones unos a otros" y salen de su encierro. Cuando alcanzan la calle ven el rastro que dejan las tropas francesas a su paso, "las casas de ambas villas de Carril y Vilagarcía estaban ardiendo en llamas".

Se dirigen a su barco y cuando llegan ven que también está ardiendo. Nada de su interior se había salvado. Sobre cubierta, "tendido y casi consumido por el fuego", estaba otro marinero de su tripulación, "los españoles de Carril habían robado y saqueado su embarcación".

Aquella noche, los daneses deciden dormir en el bote de la goleta alejados de tierra firme. A la mañana siguiente comprueban que las llamas habían consumido totalmente su barco. Deciden marchar de la villa y se dirigen a Rianxo. Allí venden el bote y la vela por cinco pesos, "único capital con que garantizar su manutención".

Buscando al cónsul de su país y personas que hablasen su idioma, la tripulación del Venrkab va a pié desde Rianxo hasta la ciudad de A Coruña. Allí elevan la pertinente protesta "contra concejales, paisanos y marineros del puerto de Carril".


Fuente documental: Archivo Notarial de Galicia. Protocolo 8066.

1 comentario:

  1. Bonito detalle el de la dedicatoria. Mulet era un carrilexo de una calidad humana excepcional.
    Y otro gran artículo.

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