Miguel Guisande era un capitán de barco de Carril. En el año 1803 capitaneaba el bergantín San Nicolás de Bari, propiedad del comerciante compostelano Ramón Pérez de Santamarina, dueño también de la fábrica de curtidos en lo que hoy llamamos Jardín de Artime.
Además de Miguel Guisande, la tripulación de aquel barco la componían siete hombres más. Entre ellos estaban su hermano, Juan Antonio Guisande, y Benito Deán y Eugenio Abelenda, los tres también de Carril.
El 25 de marzo de 1803, el bergantín sale del puerto de Barcelona. Allí había cargado papel, aguardiente y vino con destino a los puertos de A Coruña y Ferrol.
El barco, bien carenado, estanco de quilla y costados, armado, y provisto de todo lo necesario, emprende su viaje con buen viento. El día 3 de abril, con el Peñón de Gibraltar a la vista, padece vientos contrarios y se ve obligado a buscar un puerto de abrigo. Se refugia en Málaga y vuelve a la mar dos días más tarde.
Pasó el Estrecho de Gibraltar y el día 7 un viento del norte, contrario a su navegación, con mar gruesa y alborotada, hace dificultoso el viaje. El día 28 se vio obligado otra vez a buscar abrigo. Ahora es el puerto de Cascais donde fondea a la espera de mejores condiciones. No es hasta el día 8 de mayo cuando, con viento bonancible, reinicia el viaje.